¿CÓMO TRABAJO?
A veces, para que una vivienda o espacio vuelva a ser funcional o darle un aire fresco no hace falta un gran proyecto. Un pequeño estudio funcional puede reordenar o ajustar el espacio a las necesidades del usuario.
¿Cómo se hace?
Se parte del estado actual, se estudian las necesidades, gustos y condiciones de sus ocupantes y del entorno. Con todo esto se hace un pequeño estudio funcional y se preparan las propuestas para solucionar o mejorar los aspectos necesarios para que se produzca el cambio deseado.
En este tipo de intervención suele bastar con un cambio de disposición de los elementos existentes y alguna pequeña aportación estética (pintura, papel, iluminación o complementos).
- Estudio del estado actual del espacio.
- Identificación de necesidades, gustos y condiciones de los ocupantes y del entorno.
- Desarollo de un pequeño estudio funcional.
- Presentación de soluciones y mejoras para alcanzar el cambio deseado.
- Ajustes en la disposición de elementos existentes.
- Incorporación de detalles estéticos como pintura, papel, iluminación o complementos.